martes, 3 de junio de 2008

Impresión


Antes que Dalí, Buñuel y las hormigas llegaran a mi vida... Mucho antes, lo atroz se hizo presente disfrazado de situación cotidiana (¿siempre será igual?)


Era así:

-¿Rezaste?
- Sí, ya recé.
- A dormir entonces. Que sueñes con angelitos.


Las palabras se iban deshaciendo mientras yo fijaba la vista en la luz que provenía del baño. Ese estado entre sueño y vigilia, que todos (tarde o temprano) advertimos, me encontraba tratando de capturar ruidos ajenos.
Creo que no pasaba demasiado tiempo. (Lejos quedó “esa” percepción temporal) Me dormía. Y justo allí, en el medio de mi sueño aparecían las cucarachas.
Cucarachas en mis manos. Muchas.

Saltaba de la cama y corría hacia el baño. Agua. El chorro de agua las alejaba. La M de mi mano quedaba vacía y limpia, nuevamente.

Que no vengan las cucarachas fue el nuevo pedido que le hice al dios de ese momento.

Entendí, con el paso del tiempo, que ese “cucaracheo” en mis manos era producto de la posición (dormía boca abajo con los brazos bajo en cuerpo).

Entendí que no había tales cucarachas.

No entendí, aún, cómo pudieron ser tan reales pasando por los agujeritos del lavatorio.

No entendí por qué cucarachas, si jamás ninguna había caminado sobre mí…

1 comentario:

Javier dijo...

¿ Que significa realmente ?

Creo que despues de pensarlo y pensarlo. De darle miles de vueltas tratando de que las cosas encajen. La frace "¿Rezaste?", la aparicion de las cucarachas. Quizas un ente cosmico que influencia la vida sumado a la cruel modificacion que nos impone la luna en cada una de sus facetas. Un clima cambiante. Los fantasmas del rio que vagan con sus penas lavadas con agua turbia.
Todo nos lleva a pensar en un solo sentido: Lo que soñaste te hablo, lo que soñaste te dijo:

"Por Dios, hay que desinfectar el edificio."

PD: Quizas deveria ser el proximo tema en el consorcio.